Texto, Vídeos y Fotos: Ronian Carvalho
Moais en la paradisíaca Playa Anakena |
Aunque sea una isla tropical en la paradisíaca región conocida como Triángulo de la Polinesia (cuyas puntas son Hawaii, al norte, Nueva Zelanda, al oeste, y la propia Isla de Pascua, al este), la isla de los Rapa Nui cuenta con sólo dos playas de arena, que están razonablemente lejos del pueblo de Hanga Roa. Las constantes erupciones volcánicas que formaron la isla permitieron que sólo la costa norte sustituyera (pero no totalmente) las oscuras piedras de lava resfriada por la arena clarísima (aunque ni siempre limpia) que forma las playas Anakena y Ovahe.
Las tranquilas y claras aguas de la Playa Anakena |
Anakena es la más visitada, e incluso tiene restaurante y campamento. Delimitada por dos pequeños acantilados en sus puntas, su palmeral y sus aguas poco profundas, tranquilas y cristalinas le dan el perfecto ambiente de paraíso tropical. Aunque en ciertas épocas del año las temperaturas caigan hacia menos de 20º C, el agua del mar nunca se pone muy helada. Lo que realmente puede incomodar es la inestabilidad del tiempo, que puede traer repentinas lluvias y fuertes vientos. La playa también es punto de partida para practicantes de kayak. Para que nadie se olvide de que todavía está en la Isla de Pascua, en la playa se ubica el Ahu Nau Nau, con 7 moais (aunque 2 de ellos hayan sido parcialmente destruidos), manteniendo ese clima de misterio en el aire, típico de la isla de los Rapa Nui. Debido a su patrimonio histórico, para acceder a la playa es necesario pasar por el puesto de guardaparque para sellar el boleto de entrada en el Parque Nacional Rapa Nui.
Las aguas translúcidas del Mar de Polinesia
Hablando sobre misterio, para llegar a Anakena desde Hanga Roa hay que tomar la carretera que pasa por el medio de la isla. En ese camino es posible notar al menos dos características bastante curiosas de la Isla de Pascua. Primero, como hay cientos de caballos y cabezas de ganado siendo creados extensivamente en la isla, no es difícil topar con grupos de esos animales bloqueando las carreteras despreocupadamente. Más que eso: es posible encontrarlos fornicándose si se camina en plena carretera (😲😲😲), algo que puede retrasar el viaje por unos instantes, pero que puede ser curioso, por lo menos para quienes han pasado toda la vida en una ciudad.
La belleza de la Playa Anakena
Pero el hecho más curioso del recorrido, para quienes lo hacen en algún vehículo motorizado, es el campo magnético presente en esa carretera. En un cierto punto levemente inclinado de ese camino, poco antes de llegar a Anakena, es posible apagar el motor del automóvil y, aun así, el vehículo va a seguir moviéndose, como si fuera mágico! Las fantasías aparte, los expertos dicen que es común que hayan campos magnéticos en zonas de suelo volcánico, pero que difícilmente tienen suficiente fuerza para mover un automóvil.
Carretera cerca de la Playa Anakena |
Sólo eso ya vale el viaje, ¿no? Pero a menos que el visitante esté acompañado por alguien que vive en la Isla de Pascua, esa experiencia pasará desapercibida, pues no hay ninguna indicación en el terreno sobre ese campo magnético. Excelente oportunidad para conocer mejor a los Rapa Nui, que conversan entre sí en su incomprensible idioma polinésico. Pero el visitante puede quedarse tranquilo, porque, aunque algunos pueblos de esa región del Pacífico hayan sido caníbales, no hay evidencia de que los Rapa Nui quieran devorar a los viajeros (😂😂😂). Por el contrario, ellos son muy amigables, fácilmente llevan a los caminantes que hacen dedo y les gusta mucho preguntar sobre los países en que los extranjeros viven. Al fin y al cabo quienes viven en el pequeño pedazo de tierra habitado más aislado del mundo deben naturalmente tener mucha curiosidad sobre cómo es el resto del mundo. Pero quienes no tengan tanto interés en tener contacto con los Rapa Nui pueden contratar un tour por los principales puntos turísticos de la isla o alquilar coche, moto o bici para recorrer los 18 km entre Hanga Roa y Anakena.
Ahu Nau Nau en la Playa Anakena |
Principalmente en el verano, cuando el flujo de turistas en la isla es más alto, es bueno salir temprano para encontrar un buen lugar en las arenas de Anakena. Además, como está cerca de la otra playa, Ovahe, y no muy lejos del Ahu Tongariki y del volcán Rano Raraku, es una buena idea dividir el día entre todas estas atracciones, principalmente para quienes tienen poco tiempo en la isla. ¡Ah! No se olviden de llevar su ropa de baño y su toalla. A fin de cuentas, no se puede perder la oportunidad de entrar en el paradisíaco mar de la Polinesia, ¿verdad? 😉
Cambio de clima en la Playa Anakena |
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