Texto, Vídeos y Fotos: Ronian Carvalho
Moais semi-esculpidos en la cantera de piedra de la ladera del volcán Rano Raraku |
A unos 20 km de la aldea de Hanga Roa, el volcán Rano Raraku se ubica en la costa noreste de la Isla de Pascua y tiene dos grandes atracciones. La principal de ellas es la cantera de piedra en su ladera donde los Rapa Nui tallaban los famosos moais de la isla. La otra, menos famosa, pero no menos interesante, es el propio cráter del inactivo Rano Raraku, que no recuerda de ninguna manera el pozo de lava que fue un día.
Cantera de piedra en la ladera del volcán Rano Raraku: donde los moais eran esculpidos
Después de pasar por el control de entrada, donde un guardaparque sella el boleto de entrada en el Parque Nacional Rapa Nui, los visitantes siguen subiendo la ladera del Rano Raraku por un corto sendero, que más adelante se bifurca. El camino de la izquierda lleva al cráter del volcán y el de la derecha sigue hacia la cantera de piedra, donde los moais eran esculpidos con tallas de basalto. En éste el sendero se divide en varios otros menores y pasa por decenas de esos seres de piedra, todos inacabados. Algunos se encuentran de pie, otros inclinados o incluso acostados. Muchos tienen apenas la cabeza a muestra. Misteriosamente las obras de escultura y transporte de esos moais parecen haber sido paralizadas de repente y estar esperando ser terminadas todavía.
Sendero por los moais inacabados |
Si los moais eran esculpidos en las empinadas laderas de ese volcán, pesaban al menos 5 toneladas y la mayoría tenía más de 4 metros de altura, ¿cómo pudieron los Rapa Nui transportar todos sus más de 900 ejemplares a los diversos lugares de la Isla de Pascua? Considerado el mayor misterio de la isla habitada más aislada del mundo, hay varias teorías para ello. Las versiones fantasiosas alegan que los moais tomaban vida y caminaban solos o que eran trasladados con ayuda de extraterrestres. Una teoría más seria dice que los Rapa Nui ataban cuerdas a la altura de los ojos de los moais y los arrastraban de pie, balanceándolos periódicamente a los lados para mantenerlos equilibrados. Otra teoría dice que eran transportados encima de plataformas de madera, lo que explicaría el motivo de casi no haber árboles en la isla, ya que los Rapa Nui los habrían derribado todos para hacer el traslado de los moais. Esto también sería el motivo por el cual la población de la isla habría sido radicalmente reducida por el siglo XVI de la era cristiana: la casi ausencia de árboles habría llevado la isla a un colapso ambiental, que habría provocado guerras entre las tribus por disputa de los escasos recursos naturales. Verdad o no, es una gran lección para la humanidad, ¿verdad?
El bello cráter del volcán Rano Raraku |
Volviendo al sendero inicial para seguir el camino que lleva al cráter del Rano Raraku, el visitante puede decepcionarse un poco si ya ha conocido el del Rano Kau. Después de subir una escalera tallada en la ladera del volcán, se llega a una leve depresión casi circular con un lago lleno de arbustos en el centro. Algunos árboles contorsionados alrededor completan el ambiente "demasiado tranquilo" del lugar. Pero, por seguridad, está prohibido bajar o incluso acercarse al lago.
En el cráter del volcán Rano Raraku
Otra atracción que no está en el volcán, pero que está muy cerca, es el Ahu Tongariki. Desde determinados tramos del sendero que pasa por la cantera de piedra del Rano Raraku se puede tener una buena vista de esos quince moais en fila, además de toda la costa este de la Isla de Pascua. Éste es el mayor altar de moais y, por su cantidad de seres de piedra, es el que más impresiona al visitante. Muchas personas no se contentan sólo con fotografiarlo, pero también tratan de tocarlo, lo que está prohibido y bien fiscalizado por los guardaparques del lugar. Otras acaban meditando o arrodillándose delante de esos quince seres majestuosos.
Ahu Tongariki: ejército de moais presentándose |
Hay muchas maneras de llegarse al Rano Raraku. Los que tienen presupuestos más altos pueden alquilar coches o motos para recorrer la Isla de Pascua o contratar excursiones que llevan a los principales puntos turísticos de la isla y que cuestan unos CLP $ 25000. Los viajeros de bajo presupuesto pueden alquilar bicicletas y pedalear muchísimo, hacer dedo a los simpáticos Rapa Nui, que no pierden la oportunidad de hablar con los visitantes, o incluso caminar exhaustivamente bajo el sol de la Polinesia apreciando el azul infinito del Pacífico en la costa este de la isla. Todo vale la pena para que no se deje de visitar el increíble lugar de origen de los enigmáticos moais.
Costa este de la Isla de Pascua vista desde la cantera de piedra del volcán Rano Raraku |
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